La cámara oscura es la “abuelita” de las cámaras fotográficas. Hay muchas formas de hacer cámaras oscuras, de los más variados tamaños, incluso del tamaño de una habitación. Todo lo que necesitás es un espacio completamente cerrado y oscuro, y un pequeño orificio por donde dejar pasar la luz. Y si tenés un rollo de fotos ¡hasta puedes hacer una cámara fotográfica!
Materiales: Una caja de zapatos. Papel de calcar. Un cutter (para uso de un adulto!). Pintura negra. Una lupa (si tenés varias diferentes, mejor).
Procedimiento: En una de las caras más pequeñas recorta un cuadrado de 1,5 x 1,5 cm. En la otra cara recorta un rectángulo amplio. Pintá la caja de zapatos por dentro de color negro. Asegurate de que por ninguna esquina ingrese luz. En caso de entrar, tápalo con cinta aisladora negra.
Recorta un rectángulo de papel de calcar un poco mayor al rectángulo recortado en la caja y pégalo allí por el lado de afuera. Esta va a ser la “pantalla”. Metete en una habitación cerrada y completamente a oscuras. Prendé el televisor o una lámpara pequeña.
Apunta el orificio hacia la fuente de luz ¿qué observás en la pantalla? Y si por delante pones una lupa ¿Qué sucede? Prueba ubicar la lupa a distintas distancias del orificio. También puedes probar pagándola por dentro.
Sigue experimentando: Tapá parte de la cámara y tu cabeza con una tela gruesa u oscura, dejando el orificio libre ¿qué cambia?. Probá la cámara con luz de día, estando dentro de una habitación con poca luz y mirando hacia afuera por la ventana. Probala también afuera, estando vos parado/a a la sombra y también a la luz. Cambiá el tamaño del orificio, hazlo más grande y más pequeño (esto último es muy fácil de hacer usando cinta aisladora negra).
Cómo funciona? Sabemos que las cosas reflejan la luz y por eso las podemos ver. Imaginemos un árbol. Cuando llegan al árbol, los rayos de luz “rebotan” en todas direcciones. Pero el agujerito de la cámara oscura filtra la luz, dejando pasar solo un pequeño cono de rayos. Si no estuviese el agujerito, los conos de luz que provienen del árbol se superpondrían. El cono de luz que deja pasar el orificio llega hasta el lado opuesto de la cámara, donde también se proyecta y por eso podemos ver la imagen. Ahora ¿por qué vemos la imagen “patas para arriba”?
Aprendimos que la luz viaja en línea recta. Entonces, un rayo de luz que proviene de la parte de arriba del árbol se proyecta en la parte de abajo de la pantalla, y uno que proviene de la parte de abajo del árbol se proyecta arriba. ¡Y lo mismo pasa de izquierda a derecha! ¡El ojo humano y de muchos animales funciona como una cámara oscura! El pequeño orificio es la pupila. El cristalino y la córnea funcionan como lentes. El cristalino es el “lente” que permite enfocar. Las imágenes se forman invertidas en la retina ¡y el cerebro es el que se encarga de darlas vuelta!